El término servidor es ampliamente utilizado en el campo de
las tecnologías de la información. A pesar de la amplia disponibilidad de
productos etiquetados como productos de servidores (tales como versiones de
hardware, software y OS diseñadas para servidores), en teoría, cualquier
proceso computacional que comparta un recurso con uno o más procesos clientes
es un servidor. Tomemos como ejemplo la acción de compartir ficheros. Mientras
la existencia de ficheros dentro de una computadora no la clasifica como un
servidor, el mecanismo del sistema operativo que comparte estos ficheros a los
clientes si es un servidor.
De manera similar consideremos una aplicación web servidor
(como por ejemplo el servidor multiplataforma "Apache"). Este
servidor web puede ejecutarse en cualquier tipo de computadora que cumpla con
los requerimientos mínimos. Por ejemplo, mientras un ordenador portátil (laptop)
o computadora personal usualmente no son consideradas como servidores, en
ciertos casos (como el anterior) pueden cumplir el rol de uno y por lo tanto
ser denominadas servidores. En este caso es el rol de la computadora el que la
coloca en la categoría de servidor.
En el sentido del hardware, la palabra servidor normalmente
etiqueta modelos de computadora diseñados para hospedar un conjunto de
aplicaciones que tiene gran demanda dentro de una red. En esta configuración
cliente-servidor, uno o más equipos, lo mismo una computadora que una
aplicación informática, comparten información entre ellos de forma que uno
actúa como host de los otros.
Casi todas las computadoras personales pueden actuar como un
servidor, pero un servidor dedicado tendrá cualidades más adecuadas para un
ambiente de producción. Entre estas cualidades se pueden mencionar CPU más
rápidas, RAM mejoradas para alto desempeño, y mayores capacidades de
almacenamiento en forma de múltiples discos duros. Los servidores también
cuentan con otras cualidades como confiabilidad, disponibilidad y utilidad
(RAS) y tolerancia a fallos, esta última en forma de redundancia en el número
de fuentes, almacenamiento (RAID), y conexiones de red.
Los servidores se volvieron comunes a principios de 1990 en
la medida en que los negocios comenzaron a utilizar computadoras personales
para brindar servicios que anteriormente se alojaban en mainframes o en
microcomputadoras. Los primero servidores de archivos contaban con múltiples
torres de CD, utilizados para alojar grandes aplicaciones de bases de datos.
Entre 1990 y el 2000 el aumento en el uso de hardware
específico marcó el advenimiento aplicaciones de servidor autosuficientes. Uno
de estas aplicaciones bien conocidas es el Google Search Appliance, que combina
hardware y software en un paquete out-of-the-box packaging. Productos similares
fueron el Cobalt Qube y el RaQ. Ejemplos más sencillos de dichos equipos
incluyen switches, routers, gateways, y servidores de impresión, los cuales son
fácilmente utilizables a través de una configuración plug-and-play.
Los sistemas operativos modernos como Microsoft Windows o
las distribuciones de Linux parecen haber sido diseñados siguiendo una
arquitectura cliente-servidor. Estos sistemas operativos se abstraen del hardware,
permitiendo a una gran variedad de software trabajar con componentes de la
computadora. De alguna forma, el sistema operativo puede ser visto como un
servidor de hardware al software pues, excepto en los lenguajes de programación
de bajo nivel, el software debe interactuar con el hardware a través de un API.
Estos sistemas operativos son capaces de ejecutar programas
en un segundo plano los cuales son llamados servicios o daemons. Estos
programas, entre los que se encuentra el Servidor HTTP Apache previamente
mencionado, pueden permanecer en un estado dormido hasta que sea necesario su
uso. Como cualquier software que brinde servicios puede ser llamado servidor,
las computadoras personales modernas se pueden ver como bosques de aplicaciones
clientes y servidores operando en paralelo.
El propio Internet es un bosque de servidores y clientes.
Sólo con el hecho de solicitar una página web de un servidor a pocos kilómetros
de distancia conlleva a satisfacer una pila de protocolos de red que incluyen
varios ejemplos del uso de hardware y software para servidores. Los más
sencillos de éstos son los routers, módems, servidores DNS, además de otros sin
cuya interacción no podríamos acceder a la web.
La aparición de la computación en la nube permite servidores
de almacenamiento, así como compartir recursos con un fondo común; igualmente
permite a los servidores mantener un mayor grado de tolerancia a los fallos.
Por Rocio Rocio Ramirez PDVSA
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